jueves, 24 de marzo de 2011

Paris Je t'aime!


Pero yo no soy una persona triste. Al contrario, soy una persona feliz, con muchos amigos y dos perros maravillosos. Sólo que a veces pienso que sería bueno tener alguien con quien compartir las cosas. Por ejemplo, cuando vi París desde un rascacielos quise decirle a alguien: "¡Qué bonito, ¿verdad?!" Pero no había nadie.

viernes, 18 de marzo de 2011

The Princess Bride


Aquel día fue en el que descubrió con asombro que


cada  vez que él decía "como desees", en


realidad significaba



 "te amo".





jueves, 10 de marzo de 2011

Shakespeare in love


Yo pretendo que haya poesía en mi vida, y aventura, y amor. 

No la artística impostura del amor, sino el amor que es capaz de derrumbar la vida, impetuoso, ingobernable como un ciclón en el corazón ante el que nada se puede, ya te arruine o te embelese. 
Yo debo sentir ese amor.

miércoles, 9 de marzo de 2011

Cyrano de Bergerac

Agresivo: ‘Si en mi cara tuviese tal nariz, me la amputara’. 
Amistoso: ‘¿Se baña en vuestro vaso al beber, o un embudo usáis al caso?’ 
Descriptivo: ‘¿Es un cabo? ¿Una escollera? Mas, ¿qué digo? ¡Si es una cordillera!’. 
Curioso: ‘¿De qué os sirve ese accesorio? ¿De alacena, de caja o de escritorio?’. 
Burlón: ‘¿Tanto a los pájaros amáis, que en el rostro una alcándara les dais?’. 
Brutal: ‘¿Podéis fumar sin que el vecino- ¡Fuego en la chimenea! - grite?’.
Fino:’Para colgar las capas y sombreros esa percha muy útil ha de seros’. 
Solícito: ‘Compradle una sombrilla: el sol ardiente su color mancilla’. 
Previsor: ‘tal nariz es un exceso: buscad a la cabeza contrapeso’. 
Dramático: ‘Evitad riñas y enojo: si os llegara a sangrar, diera un Mar Rojo’. 
Enfático: ‘¡Oh, Nariz!… ¡Qué vendaval te podría resfriar? Sólo el mistral’. 
Pedantesco: ‘Aristófanes no cita más que un ser sólo que con vos compita en ostentar nariz de tanto vuelo: el Hipocampelephantocamelo’. 
Respetuoso: ‘Señor, bésoos la mano: digna es vuestra nariz de un soberano’. 
Ingenuo: ‘De qué hazaña o qué portento en memoria, se alzó este monumento?’. 
Lisonjero: ‘Nariz como la vuestra es para un perfumista linda muestra’. 
Lírico: ‘¿Es una concha? ¿Sois tritón?’. 
Rústico: ¿Eso es nariz o es un melón?’. 
Militar: ‘Si a un castillo se acomete, aprontad la nariz: ¡terrible ariete!’. 
Práctico: ‘¿La ponéis en lotería? ¡El premio gordo esta nariz sería!’. 
Y finalmente, a Píramo imitando: ‘¡Malhadada nariz que, perturbando el rostro de tu dueño la armonía, te sonroja tu propia villanía!’. 
Algo por el estilo me dijerais si más letras e ingenio vos tuvierais; mas veo que de ingenio, por la traza, tenéis el que tendrá una calabaza, y ocho letras tan sólo, a lo que infiero: las que forman el nombre: Majadero.