Pero yo no soy una persona triste. Al contrario, soy una persona feliz, con muchos amigos y dos perros maravillosos. Sólo que a veces pienso que sería bueno tener alguien con quien compartir las cosas. Por ejemplo, cuando vi París desde un rascacielos quise decirle a alguien: "¡Qué bonito, ¿verdad?!" Pero no había nadie.
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